martes, 16 de noviembre de 2021

Piel ajena

 

La luz se cuela por los ventanales bañando de pureza la casa. Pulcritud. Ya están ordenados los armarios con la ropa de entretiempo; todos los correos enviados y los informes hechos. Me toco el pelo, la melena lisa, suave; me encanta el tacto cuando está recién cortado, saneado.  La chaqueta ajustada.

Disfruto de la sensación de hambre que me alisa el vientre. Estoy llena de energía, fuerte, soy capaz de dominar mi voluntad con firmeza. Esa sensación me limpia por dentro. Aspiro el olor de la ropa limpia recién tendida y el desinfectante de los suelos. Todo en su sitio. Aún me quedan 45 minutos.

Los medios de comunicación hipócritas solo hablarán de la muerte injusta de ciertas personas. Poca gente se dará cuenta de que con ello habré contribuido a hacer del mundo un sitio más limpio, más ordenado y mejor. Pero la letra, con sangre entra.