sábado, 14 de marzo de 2015

Mezquindad

Le dedico este post a mi chica punk, que nunca agacha la cabeza y pelea de frente hasta sin fuerzas.


Llevo unos días con una palabra que me ronda la cabeza, mezquino, mezquindad. En concreto tres acontecimientos vitales, uno de los cuales me toca de lleno, me han llevado a querer indagar sobre el porqué me asaltó esta palabra para describir tres hechos aparentemente tan diferentes.
Los dos que no me atañen directamente no los explicaré por preservar la identidad de las personas que lo han sufrido (el comportamiento mezquino de otras), lo que me sucedió a mí, supongo que le dedicaré un post para desquitarme. No es grave, ha sido mi bienvenida al mundo de los técnicos superiores, para que deje de creer en los reyes magos incluso antes de poder llegar a ilusionarme. Punto y final, ahora abstraigamos.
He lanzado la pregunta en Facebook acerca de lo que consideran mezquino, y esto es lo que me han respondido.




Y esto otro es lo que dice la Real Academia de la Lengua Española.
1. adj. Que escatima excesivamente en el gasto.
2. adj. Falto de nobleza de espíritu.
3. adj. Pequeño, diminuto.
4. adj. p. us. Pobre, necesitado, falto de lo necesario.
5. adj. desus. Desdichado, desgraciado, infeliz.
6. m. En la Edad Media, siervo de la gleba, de origen español, a diferencia del exarico, que era de origen moro.

Por lo que veo, todos tenemos una idea bastante aproximada de lo que es la mezquindad, me resulta curioso que sea una palabra muy común, y su uso en cambio no lo sea tanto.
En mi secuencia mental casi seguí las distintas acepciones de la RAE, que fue más o menos esto:

3. adj. Pequeño, diminuto.
Lo primero que se me vino a la cabeza es que una persona mezquina era alguien con un claro complejo de inferioridad o en una situación en la que, considerándose demasiado débil o sin valor, realizaría un ataque lateral, sin mostrarse.
Alguien que sabiéndose insignificante pero con necesidad de hacer daño, sólo le queda atacar por la espalda o indirectamente. Y eso me llevó a la segunda cuestión.

2. adj. Falto de nobleza de espíritu
Actuar a la espalda, mostrar cobardía y sin embargo querer herir, no ir de frente, demuestra una bajeza moral terrible, porque no da la opción al adversario de poder defenderse. Las puñaladas traperas y los golpes bajos, siempre ha producido un profundo asco, y un delito imperdonable.
Esa bajeza moral, es la clase de comportamiento que todos en nuestra vida intentamos olvidar o negar que sucedieron, pero como parte inherente al ser humano está la de ser cobarde y equivocarse alguna vez. La grandeza radica en que el mero recuerdo de ese error nos duela (creo)

4. adj. p. us. Pobre, necesitado, falto de lo necesario.
La mezquindad es una condición vital, no es un error puntual, sino que alguien así, lo será en casi todas las esferas de su vida donde pueda serlo. La cobardía y el resguardo de no ser visto, es ciertamente cómodo, además de ser la única fuente de poder de su miserable vida.
 Las personas mezquinas, pisan a quienes consideran inferiores a ellos para poder olvidar su calaña moral, la pequeñez de su espíritu y su falta de valor y generosidad humana.  Solo se olvidan de tu ingente pequeñez cuando logran empequeñecer aún más a  alguien con sus actos.

6. m. En la Edad Media, siervo de la gleba, de origen español, a diferencia del exarico, que era de origen moro.
No es de extrañar que ante quien no tengan ese poder (esto es,personas que perciben como seres
superiores) se sientan pequeños y desprotegidos. Para poder paliar sus carencias y no sentirse desamparados ante esos “seres superiores”, tenderán a tener un comportamiento arrastrado y zalamero.
Se me viene a la cabeza la imagen de un señor con ojos lastimeros, frotándose las manos mientras sonríe las gracias de señor y agacha la cabeza.

5. adj. desus. Desdichado, desgraciado, infeliz.
Las personas mezquinas son tan insignificantes, que no tienen ni entidad para producir odio. Cuando pensamos en alguien mezquino, lo que sentimos es asco, un profundo y visceral asco, como un alimento en mal estado, vomitamos ante la presencia de alguien tan bajo en la escala de los seres humanos.
Pobres infelices, condenados de por vida a mirar al espejo y contemplar a un ser que lo único que acaba produciendo es lástima.

Nota: Esta entrada no hubiera sido posible sin la imagen permanente en mi cabeza de una mujer que me ha llegado a producir nauseas literalmente. 
Desgraciadamente la mezquindad es la condición que está haciendo de este mundo algo verdaderamente inhabitable.





3 comentarios:

  1. A miña experiencia dime que é moito máis edificante tentar comprender porqué alguén actuou con mala fe contra nos que en odialo directamente. Tentar poñerse no pelexo dos demais é un exercicio difícil, porén moi instrutivo. No fondo somos moito máis homoxéneos do que puidera parecer a simple vista na nosa diversidade. Odiar é unha actividade que consome moitísima enerxía, un derroche, como ter a calefacción a tope coa fiestra aberta. Amais cando odiamos o obxecto da nosa ira desvíanos do camiño e así é que nos deixamos influír por quen menos desexaríamos. Tamén me parece que é moi común que á persoa a quen odiamos non sexa consciente da nosa carraxe e non lle importe moito a nosa actitude –ten unha percepción distinta a nosa do mesmo feito- .
    Que Paulo Coelheiro estou. En vallecano: Pablo Conejero.

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    1. Estimado Pablo Conejero,
      Pese a dicir que ese tipo de persoas non merecen nin o odio, debe ser que destilo bastante en cada unha das miñas palabras.
      Suscribo cada cousa que dixeches, no entanto, hai algo do que discrepo profundamente co respecto ao Budismo. Cando alguén sofre unha inxusticia ou un acto que foi co ánimo de ferir, paréceme moi san amosar o primeiro sentimento que xorde, isto é , a ira. Un sentimento tan útil como denostado.
      Penso que non pode haber compasión se antes negamos a ira. De feito a compasión debe ser a resolución da primeira.
      Resolver a ira pasa por asumila, non por negala. Efectivamente, o odio fai da ira un quiste. Confío en que non me suceda algo así. Varios días máis tarde empecei a entender os motivos, pero a todas luces sigo viendo mezquindad.
      Esconderme nun blog e baixo seudónimo non é o mellor modo de resolver, probablemente, pero como catársis non ten prezo.
      Moito obrigada polo teu comentario ;)

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  2. Marcelo, neste artículo fixen unha defensa da ira
    http://mefuialbosque.blogspot.com.es/2013/06/derecho-la-ira.html

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