“La metáfora vulnera la realidad”,
hace atravesar la luz por medio de las articulaciones de lo real, tornándola
frágil, deshaciendo su opacidad.
La poesía como arma. Versos que vulneran miradas
y las hacen cristalinas. La poesía nos rompe, nos rompe precisamente porque con
ciertas máscaras, derriba las nuestras.
Pese a que a Nietzsche le
pareciera que las palabras son metáforas que han perdido su valor a fuerza de
uso y han llegado a suplantar aquello que representan, en realidad la poesía
tiene la capacidad para asombrar, para conmover y para desarmar a quien la lee
y a quien la escribe, mucho más lejos de las palabras con las que se expresa. Parece como si de ellas, todas juntas y al
amparo de su creador, se destilara algo diferente.
Leemos poesía porque necesitamos
entender la vida más allá de la lógica, necesitamos quitarnos las máscaras y ser
frágiles al abrigo de las creaciones ajenas. Nos exponemos a la vida. Risas que
vulneran la serenidad, gestos que vulneran palabras y las hacen inútiles.
Queriendo suplantar lo real nos acercamos a ello, despojados de
todo artificio. Nos fragilizamos porque necesitamos sentir sin las dobleces de los
juegos sociales que dicotomizan fútilmente lo que es único de por sí.
Es sencillo deshacerse de los muros
habituales arropados por las metáforas. La vida vulnerada a través de ellas nos
recuerda lo frágiles que somos y nos acerca al otro, a su calor, a su dolor. Lo
entendemos de forma inmediata en medio del pecho.
No es la poesía lo que
perseguimos, sino desnudar la vida y acercarnos mutuamente un poco más, porque
la existencia es por definición el desamparo y la metáfora el abrigo que lo
sublima.
Muy bueno. Me quedo con la idea de que necesitamos quitarnos máscaras y aproximarnos al otro. Es una tendencia que supone, claro está, renunciar al exhibicionismo y a las sociedades de la información. O más que una renuncia, es quizá un primer paso en ese camino de comprensión. Gracias
ResponderEliminarPues eso creo yo también, que quizá sea el único modo de llegar, ya no sé si a la comprensión, pero si al menos a rescatar lo que nos hace humanos, sin hipocresía
EliminarQué hermoso Verónica. Estoy contigo, la poesía nos quita las máscaras, nos abre al otro, nos devuelve al origen, nos lleva a casa...
ResponderEliminarQué bonito eso de que nos lleva a casa, especialmente bonito cuando vivimos desarraigados.
EliminarUn abrazo grande.