viernes, 14 de mayo de 2021

Nana in blue

 

Le han salido raicillas a la rama de una planta. Todo apunta a que ha decidido independizarse del resto de la flor. Recojo la indirecta y decido darle la oportunidad de crecer a su aire.

Le pregunto a la pequeña de dónde ha sacado tal determinación. Ella me responde que ha sido tu luz, que le pareció tierra fértil, abono de semilleros y criadero de lunas crecientes. Me ha dicho que fue el agua que almacenabas en los ojos cada noche; me dijo que traías la primavera fecunda de mundos posibles.

Señaló, sorprendida, si no había sido capaz de ver que podías correr incluso con hierros.  Además, cuando se te partía el corazón, con los fragmentos componías música en ocres para soñadores. No recordaba los acordes...

Así que, dejo crecer la rama y te abrazo donde quiera que duermas esta noche, porque de todos los dones, el tuyo fue la fuerza de hacer crecer la vida en los sitios más insospechados.


 

lunes, 10 de mayo de 2021

Seis horas

 

Las cuerdas de las persianas venecianas oscilan; se mecen los toldos, las ramas de los árboles, el vuelo errático de los vencejos. Más allá, la quietud abstracta del horizonte.

Los ojos, al arrullo de una nana de aire y acompasados en el bamboleo hipnótico de lo cotidiano, se acunan también buscando consuelo. Van asiendo los elementos frágiles con los que trazan un estar en el mundo.

Y la nostalgia de un todo cataliza con esta luz que muere.

jueves, 6 de mayo de 2021

Ases morados



En mares de dudas viajan los naipes de este castillo. La posibilidad de permanencia se deshace a la deriva; va cegada con la ligera insolación de alguna ilusión transitoria.

En plena revolución neolítica una mujer nómada decide no cultivar trigo, pero le argumento con cariño que en algún sitio habrá que pasar la noche.

Deliberamos mientras me invita a comer zarzamoras. Ella conoce algo que yo no sé.

Confío en aguantar el cansancio.