Crecer sin raíces como una planta aérea, alimentando las ramas a base de aire. Trasplantada en tierras ácidas, calcáreas, en terrenos pedregosos, sobre el asfalto, en el asfalto. Crecer aprovechando el sol o soportando lluvias eternas, medrar al amparo de refugios móviles.
Los abedules crecen en casi cualquier tipo de terreno, son adaptativos, pero hasta ellos tienen raíces.
La sensación de no saber situar la cabeza al norte y de no saber dónde están los pies, es tan agradable como peligrosa, es una sirena.
No se puede navegar eternamente.
Todos necesitamos raíces.
Llegar a puerto.
Descansar
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