Al hilo de las ensoñaciones...

sábado, 15 de diciembre de 2018

Árbol genealógico

Por el tema que estábamos dando y porque les gusta dibujar, pensé que podíamos acabar la clase haciendo un árbol genealógico.
Me enseñaron los dibujos una vez acabados.
Los de los niños que eran gitanos eran árboles frondosos con muchas ramas. De hecho, eran tantas ramas, que a uno le faltó hoja. Me explicó las ramas y flechas pero era imposible seguirle.
Los niños marroquíes tenían miedo de que no supiera leer el nombre de sus abuelos y se negaban a ponerlo.
El problema fue con los árboles genealógicos de las niñas y niños cuyas familias eran rumanas. Una rama y una sola bifurcación. Algunas me dijeron que había conocido a sus abuelos ese año. Otros decían que no preguntarían en casa el nombre de sus abuelos porque cada vez que se hablaba de eso en casa, sus madres se ponían a llorar.
Pensé en lo rápido que se entenderían ciertas cosas, si en lugar de ramas les hubiera pedido que dibujaran las raíces.
Hacer esa actividad ha sido un error que me ha enseñado bastante, no cabe duda.
Fuente: Wikipedia
Tejo.